miércoles, 8 de marzo de 2017

Tiger es muy joven


Llegué a casa a mediodía muerto de hambre y bien cansado después de una mañana de trabajo fuerte en la manga. Comí apuradito, mientras veía algunas imágenes de la concentración de gente en Buenos Aires y después las noticias de los docentes en huelga.
La tarde fue casi tan dura como la mañana, así que en cuanto volví, me fui derecho a darme una ducha y preparé unos mates espumosos y reparadores.
Tiger me miraba hacer. Prendí un rato la tele para enterarme como había terminado la movida del día y me encontré con que todo el asunto había sido un gran despelote.
-¿Qué te parece Tiger? ¡Semejante cantidad de gente al pedo! ¿Quién les paga el día? ¿Qué es lo que quieren?-
Tiger, tranquilito como todo gato capón, me contestó:
-¡Será gente que se está muriendo de hambre y lucha por un poco de comida y un buen sueldo para vivir mejor! ¿O no?-
-¿Me estas cargando Tiger?-
-¡No! ¿Por qué? Yo tengo tres años y nunca vi algo así-
-¡Claro! ¡Vos decís eso porque solo tenés tres años! Yo tengo 59 y ¿Sabés que pienso? Que no hay caso. Que estamos jodidos. Estos días son muy tristes. Parece que no hubiera salida para Argentina con tanta gente enardecida como se está viendo. No entiendo si es poca memoria o boludez nomás, lo que tienen los que andan a los gritos haciendo el coro a los supuestos representantes de los trabajadores. Después de doce años de aguantar a la banda más perversa que saqueó el país y destruyó las instituciones, vemos montones de tipos diciendo que esta gente que gobierna es más de lo mismo. Que están en contra de los pobres. Que no hacen las cosas “bien”.
No soy un iluminado. Soy solo un trabajador incansable. En más de 35 años de profesión fui progresando con esfuerzo y sacrificio y, por suerte, sin precisar nunca que el Estado me regalara nada. Por eso creo que tengo autoridad para poder dar mi opinión.
Y veo que por fin llegó al gobierno gente con preparación y vocación de hacer las cosas bien por el país. Que todos los días van dando un pasito hacia adelante a pesar de todo. A pesar de los insultos, de la porción de justicia “legítima” que sigue con la injusticia, de la falta de mayoría en el Congreso, de los sindicalistas traidores que reciben lo que piden pero traban cualquier medida, de los supuestos periodistas que ahora hacen oposición queriendo ensuciar y emparejar al gobierno con los delincuentes anteriores, y a pesar también de  los simpatizantes del anterior gobierno, que siguen tan bocones como siempre y creyendo que su jefa es solo una víctima inocente-
-¡Tiger! ¿Me escuchas?-
El tipo se dio vuelta y me dijo: -La verdad es que me perdí cuando dijiste que estábamos jodidos ¡Perdón!-
-¡No hay problema! ¡Al final termino siempre en lo mismo!-

Apagué la tele y seguí tomando mate tranquilamente.     

2 comentarios:

  1. Hola Jorge, muy cierto lo que comentas!!!
    La verdad que disfruto mucho de todos los temas que publicas en el blog.
    Un abrazo.

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  2. No lo podias haber contado mejor, 100% de acuerdo.

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