viernes, 9 de febrero de 2018

El regreso y otras cosas

El día de la salida

Entrando en la Provincia de La Pampa

Llegada a General Pico

Parecía que ya estaba todo terminado, pero el viaje tenía unas cuantas sorpresas más. Ya les conté que dejé la bici en la veterinaria de Miguel Pechin, despidiéndome con tristeza, y que encaré la tarea del regreso a San Manuel. Cosa aparentemente simple. Dejé el hotel Caui en General Pico a las 9 de la mañana, rumbo a la terminal de ómnibus, sin saber bien para donde salir. Al final, tomé un micro de Andesmar hasta General Villegas. A las 12.10 estaba ahí. Enseguida me puse a buscar algo que me llevara a Tandil, pero hasta las 2.30 de la siguiente madrugada no había nada. Entonces, y como ya estaba listo para zarpar, abordé otro micro de la empresa Las Grutas que me llevaría hasta Bahía Blanca, calculando que allí encontraría montones de servicios para Tandil. Error. La única empresa que va de Bahía a Tandil es Río Paraná y no salía hasta las 8.15 del día siguiente. Por suerte, Guillermo Martínez me dio un lugar para hacer noche, me agasajó espléndidamente, y al otro día tempranito me presente en la muy linda terminal, para enterarme que ¡Rio Paraná estaba de paro! ¡Increíble! Entonces me tomé otro micro, pero esta vez a Necochea, y allí me fue a buscar Juan, para recorrer los últimos 120 km hasta mi casa. Me llevó 38 horas el regreso, y gasté en pasajes casi más plata que en toda la travesía.
Reflexionando sobre lo vivido en estos días, me quedan algunas ideas.
Tema bicicleta: Ese fue un asunto muy conversado con la gente que se iba enterando del viaje. La mía es muy antigua y simple. No tiene cambios ni firuletes. Solo le puse cubiertas nuevas y un asiento cómodo para un viaje así. El resto original. Y cumplió con creces. Hicimos 620 km rodando por tierra y asfalto, y nada se rompió salvo la cámara de la rueda trasera que se desintegró después de llevar recorridos 72 km en el día, a las tres de la tarde, cuando hacían 35 grados ¡Más que justificado!
Nadie le tenía fe a la pobre, pero debe ser cierto lo que me dijo un ciclista belga que encontré en la ruta, sobre que las bicis viejas son interminables. El tipo me pidió permiso para sacarle una foto. Seguramente se estará riendo con algún amigo europeo. Lo que quedo demostrado es que en cuestión de bicicletas lo importante es el motor y que toda esa enorme variedad que existe casi para cada actividad, es producto de la industria, que hace lo posible por crear necesidades donde no las hay. Y los humanos compramos.
Lo mismo pasa con los accesorios. Se ofrecen cada vez más cositas para el que gusta del ciclismo. Pero son cosas prescindibles. Hice este viaje tal y como anduve tantos años en bicicleta. Sin casco, sin anteojos, sin ropa deportiva, sin alforjas ni elementos especiales y llevando agua en una botella plástica de tres litros. Y alcanzó bien con lo que llevaba. Podría haber seguido mucho más ¡Ni siquiera me paspé!
Otro tema de charla fue el entrenamiento. No soy ciclista y no andaba en bicicleta desde hace unos 30 años. Ni siquiera di una vuelta a la manzana con todo el equipo que llevaría en el raid. Solo le tomé el pulso en el momento que salí. Y descubrí que el cuerpo es como la plastilina que se va amoldando de acuerdo a las presiones. Los primeros días estuve un poco desbordado. Tomaba alrededor de 9 litros de agua por jornada, y comía sin orden, pero poco a poco me fui acostumbrando, y sobre el final, consumía mucho menos agua y había encontrado mi ritmo, pudiendo hacer tranquilamente 70 u 80 km diarios a una velocidad de alrededor de 13-14 km/hora viento en contra, o 18-19 con viento a favor.

Resumiendo, fue una aventura muy gratificante y un espléndido regalo para mi cumple número 60. Agradezco a tanta gente que me fue ayudando en el camino, con invitaciones a su casa, con ricas comidas y con palabras de aliento en las redes ¡Hasta la próxima! 

3 comentarios:

  1. Ja!Ja! Esa tiznada no se pierde una...
    Siempre al lado tuyo acompañándote en todo tipo de aventuras.
    Muy bueno Jorge.
    Un abrazo.

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  2. Es verdad Nicolás!!! Siempre está!!! Algún día tendrías que contarme bien como fue el viaje de ustedes con tu viejo. Un abrazo!!!

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  3. Felicitaciones! Fue un excelente relato del viaje!

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